martes, 20 de noviembre de 2012

Conversaciones cinéfilas. Parte I


"Un ciclo de encuentros informales con la pasión del Cine como referente y punto de partida, en los que un escritor y un cineasta conversarán moderados por el novelista, editor y cinéfilo Fernando Marías". Así se presentaron estos encuentros culturales en el Festival Internacional de Cine de Gijón, que abarcaron temas desde el sexo en la pantalla hasta la vocación creadora.

En su primera entrega, contamos con la novelista Cristina Fallarás y el actor, director y guionista Tristán Ulloa, conducidos por Fernando Marías en un tema que congregó una mayor audiencia femenina: "El sexo en pantalla y papel: ¿Cómo afronta el creador el reto de narrar el erotismo en una pantalla o en una novela?"

Fernando Marías lanzó la primera pregunta: ¿Cómo fue vuestro primer contacto con el sexo en el cine o la literatura?. A través del cómic y del género de terror fue como Tristán Ulloa descubrió la sexualidad, y recordó que este género estaba plagado de una moralina absurda: "Los que practicaban el sexo en la película eran los primeros en morir".

Fallarás lo descubrió a través de las novelas eróticas, que llega a comparar con los chats de hoy en día. Observa que con el ilimitado acceso a la información del que disponemos actualmente es difícil sorprender al lector o espectador con erotismo. "Un erotismo que tanto en el Cine como la Literatura conserva patrones masculinos", juzga Fallarás.





La conversación fue tomando forma y surgió el eterno debate tan aplicable al cine o a la literatura como a la vida real: ¿Mostrar o sugerir? Para Cristina Fallarás "llevar a la narración los miedos y los gozos" le ayuda a reconocerse y psicoanalizarse personalmente. Y añade que de enunciar sus sensaciones salen sus novelas, por eso nunca juzga a sus personajes.

Ulloa como director es también de mostrar, pero con sensibilidad y siempre que sirva de algo a la historia, como un motor o un hilo conductor. "No me gusta eludir el acto". Y explica que "en el Cine con un plano fijo no hay trampa", lo que considera que hace sentir al espectador como un voyeur.

Fernando Marías les pregunta entonces si se acuerdan de la primera vez que escribieron o rodaron una escena de sexo. La novelista admite que escribir un texto de este tipo tiene su dificultad, pues en él intervienen todos los sentidos, tacto, vista, oído, olfato.. que no son fáciles de plasmar en papel. Y en esto Cristina ve una parte de culpa en las elipsis que en el tema sexo se reproducen en el Cine americano.

Tristán Ulloa recuerda la secuencia en el baño con Lola Dueñas en la película "Marta y alrrededores" como su primera escena de sexo, y confiesa que con la película "Lucía y el sexo" las escenas de sexo estaban muy ensayadas. "Un actor no es dueño del producto final, y eso da miedo" admite Tristán. 

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