miércoles, 21 de noviembre de 2012

Atiq Rahimi, el hombre que observa a través de las piedras

         
                       





¿Qué quiere transmitir con su película "La piedra de la paciencia? Lo que quiero es contar la historia de una mujer. Una mujer que, con su marido paralizado en una cama por la guerra, le habla por primera vez de ella misma, de su pasado, de sus deseos, de lo que sueña.. Entonces es la historia de una mujer que reflexiona sobre sí misma. Que toma conciencia de sus sentimientos y deseos, que habían sido prohibidos.



¿Cuál fue el motor de esta historia? En 2005 cuando fui invitado a una conferencia literaria en Afganistán. Una semana antes me telefonearon para decirme que la conferencia había sido anulada a causa de la muerte de una de las poetisas que organizaban el evento. Había sido asesinada por su marido.

Quise entonces ir a Afganistán para encontrarme con la familia de esta mujer, y también con su marido. La familia no quiso hablar y el marido, ya en prisión, se había intentado suicidar y estaba en coma. Esta situación me dio la necesidad de hacer algo sobre esto, pero "La piedra de la paciencia" no cuenta la historia de esta poetisa. Es el hombre en coma el que me ha inspirado. En aquel momento me dije a mi mismo: "si yo fuera la mujer me quedaría al lado de este hombre para contarle todo lo que llevo dentro.

¿Cuál ha sido la reacción de las mujeres afganas frente a la película? Todo el mundo en Afganistán conocía ya la novela de la que luego salió la película. A las mujeres intelectuales les ha gustado el libro. Otras no lo han aceptado. Me han criticado mucho más que los hombres. No se encontraban representadas en el personaje femenino. Pero yo les decía que no era su historia; es la historia de una sola mujer. Pero es que muchas mujeres se autocensuran, porque están toda su vida culpabilizadas, con muchas prohibiciones... y tienen miedo. Esto se agarra en su interior y las lleva a autocensurarse.

Todas las escenas de la película son prácticamente en interior. Esto representa el interior de la mujer también. Todas las mujeres tienen un hombre dentro, en su cabeza, en su espíritu, que les prohibe. Es por tanto tarea de la mujer acabar con ese hombre autoritario que tiene en su interior.

El punto de vista cambia de la novela, ganadora del prestigioso premio literario Goncourt 2008,  a la película, ¿por qué? Por muchas razones. Principalmente porque no quiero contar otra vez la historia que ya está en el libro. Yo lo he escrito, así que tengo el legítimo derecho de cambiarlo a mi antojo.

Lo segundo es que cuando el libro se publicó, todo el mundo hablaba de ello, y me sentía un poco frustrado. En aquel momento pensé que me habría gustado imaginar la historia de otra forma, lo que esa mujer hubiera hecho fuera de esa habitación. Y el Cine me ha dado la oportunidad.

También para crear una historia cinematográfica. Una película desarrollada todo el tiempo en una habitación podría ser un poco pesado. Quería además filmar Kabul, mostrar sus ambientes, sus ruinas (que salen y representan las ruinas interiores), y por supuesto mostrar las montañas de Kabul. Esas enormes piedras de la paciencia de todo el pueblo afgano.

¿Qué es en realidad la "Piedra de la paciencia"? Es una piedra imaginaria, legendaria, que está en la cultura popular. Cuando la encuentras la situas delante tuyo y le hablas sobre tus males, problemas, secretos, deseos, sufrimientos... Y la piedra escucha y adsorbe todos tus males y sufrimientos, hasta que un día estalla y quedas libre de todos tus sufrimientos.

En mi película es el hombre en coma el que se convierte en la "piedra de la paciencia" de la protagonista. Para mí esta piedra es el Arte.

La protagonista no tiene nombre en la película. ¿Es un intento de representar a todas las mujeres? No pretendo, de ninguna manera, representar con la historia que yo cuento, tanto en la novela como en la película, la historia de todas las mujeres afganas. La mirada es abierta. El personaje también. Algunas mujeres se pueden reconocer, y otras no.

El nombre en la historia para mí es secundario, a no ser que haya una intención precisa. En mi película hay muy pocos personajes, por lo que no necesitan ser identificados por su nombre. En las novelas identificarse con un nombre es importante para no crear confusiones. Pero en el libro "La piedra de la paciencia" solo hay dos personajes, el y ella.

La novela da comienzo así: "En algún lugar de Afganistán o del mundo..." ¿Cómo ves en general la situación actual de la mujer? Como muestro en la película, para que la mujer llegue a expresarse, a hablar de ella misma, hace falta que el hombre sea paralizado. No es una mirada hacia un país como afganistán. En occidente ocurre igual. Es siempre el hombre el "sujeto" y la mujer el "objeto".

Yo personalmente estoy en contra del velo. Pero no olvidemos que también en occidente  el hombre impone a la mujer estar desnuda. Para, por ejemplo, una publicidad de coches tenemos una mujer desnuda. Quiere decir entonces que es la ley falocrática la que domina el mundo, la economía, la cultura.. 

Sois vosotras, las mujeres, las primeras que deben rechazar estos comportamientos, y aniquilar en el interior de vosotras mismas ese hombre.

Dices que los primeros planos en el Cine permiten espresar lo que no se verbaliza. ¿Qué dicen las caras de la mujer en Afganistán? En las caras las mujeres afganas yo leo "lo no dicho". El misterio de ser mujer, de aceptar todo ese sufrimiento, de continuar a vivir en esas condiciones. El misterio de su fuerza, de como, a pesar de todo, aman a sus hombres... Este gran misterio ¿puede ser el misterio de la humanidad?


Desde 2001, cuando visitaste España para asistir a la Semana Negra de Gijón, ¿has observado algún cambio en nuestra "visión occidental" respecto a Afganistán? Desafortunadamente no tuve mucho tiempo para hablar sobre este tema. Pero creo que tenemos una visión muy sombría sobre Afganistán. Por ejemplo la gente no se puede creer que una película como "La piedra de la paciencia" haya sido para representar al país en los Oscars. Eso quiere decir que no hay un buen conocimiento sobre Afganistán.


Por ejemplo, los talibanes no son el poder en Afganistán, hay un gobierno. Y aunque sea un gobierno corrupto, son los afganos los que han exigido un parlamento, donde actualmente hay casi un 30% de mujeres. Estoy seguro de que son estas mujeres las que se levantan hoy y señalan con el dedo a todos esos criminales de guerra y todos esos falócratas, que critican el estado corrupto y a Hamid Karzai (Presidente de la República Islámica de Afganistán desde 2004). Antes eso no ocurría...


Y después la juventud, estraordinaria. Actualmente hay unos 26 canales de televisión, con series, stars academies (programas basados en el formato español de "Operación Triunfo"), ligas de fútbol.. Hay cinematecas y las niñas van a la escuela en las ciudades.. Pero nosotros no vemos eso. ¿Por qué? Porque aquí el sistema mediático necesita mostrar el drama, y así, conociendo esa mala situación por la que pasan otros países, apaciguar a las propias masas diciendo: "No os quejéis, podríais estar peor..."

Afganistán está corrupto, pero no su pueblo.



En Afganistán ha comenzado una fuerte revolución cultural, que lo es también social. ¿Es la cultura elemento imprescindible para el cambio social? Sí. El Marxismo ha venido ha decirnos que es la economía lo que cambia todo. Que es la economía la que está encima de la política, de la cultura, de todo.

Y hoy, en el mundo, hemos visto que no. Eso que cambia la sociedad es la cultura. La cultura es vasta, no son solo libros y películas. También nuestra manera de pensar, nuestra visión del mundo, nuestra visión religiosa, nuestra educación cultural, nuestra historia, nuestra identidad...

Entonces cuando decimos Cultura, igual en la economía debemos ver una "cultura económica", y en la política una "cultura política". La política por la política, o la economía por la economía nos harán llegar a una catástrofe, como lo vemos hoy, mismo en España, en Grecia, en EEUU.

Hace falta una verdadera cultura política. Reflexionar delante de todo esto para llegar a una sociedad libre, más igualitaria, donde la infancia y juventud no sufra más. Eso es lo que yo llamo cultura; esa que nos refleja la humanidad. Sin esta cultura yo no creo que la humanidad logre salir de la crisis actual.

Para llevar a las salas "La piedra de la paciencia" en Afganistán han eliminado algunas partes. ¿Cuáles? Sobre todo es en el diálogo. Por ejemplo, cuando la tía de la protagonista dice: "Era  Khadija (la mujer del Profeta Muhammad) la que debería haber sido profeta". Y también la última frase cuando la mujer dice: "Me he convertido en profeta". Es a nivel teológico. Una precaución para no crear ciertos malentendidos.


Cuéntanos la historia popular afgana del hombre que miraba a través del agujero de una piedra... "Un viajero occidental atraviesa el desierto de Afganistán. Allí ve a un afgano que se encuentra mirando a través de un pequeño agujero de una piedra. Le cree loco y sigue su camino. Diez años después, atravesando el mismo desierto, encuentra de nuevo al hombre, ya con la barba y el cabello muy largos, mirando a través de la misma piedra. Entonces piensa: "Si lleva así tanto tiempo es que debe de haber algo en ella", y le pide al hombre si le deja mirar por el agujero. Al mirar no encuentra nada y así se lo hace saber al afgano que le contesta: "llevo diez años mirando para encontrar algo. Y ¿tú crees que lo vas a encontrar en un vistazo de unos pocos segundos?"

                                              

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