Tras firmar el guión de películas de gran recorrido en su país, Luiz Bolognesi debuta como director con «Uma História de Amor e Fúria», largometraje de animación para adultos. La cinta recoge la historia personal de un héroe inmortal, y su historia de amor con Janaína pasa a ser el hilo de ariadna que nos adentra en el laberinto de la historia reciente de Brasil, por un periodo de 600 años, a través de cuatro momentos históricos: la colonización, la esclavitud, el Régimen Militar y un futuro supuesto, situado en 2096, cuando la escasez de agua llevará al pueblo brasileño a una nueva guerra.
Luiz Bolognesi en un momento de los encuentros de sobremesa que se desarrollan con actores, directores y productores asistentes al festival. |
Una nueva sección para un género en plena efervescencia
Desde
el año pasado el Festival
Internacional de Cine de Gijón cuenta con la
sección ANIMAFICX, dedicada íntegramente al Cine de animación para
adultos. En pleno proceso de producción de su película, Bolognesi
se interesó por conocer las últimas
producciones mundiales en este género,
y encontró en la selección de ANIMAFICX 2012 todas aquellas que
había considerado excelentes. Por lo que no dudo en agradecer,
emocionado, encontrarse este año
entre las cintas seleccionadas. No es para menos. La cinta acumula ya
importantes galardones en el circuito internacional, entre los que
destaca el premio del festival Annecy, referente mundial en el cine
de animación, y es uno de los 19 largos de animación
preseleccionados que se disputan una vacante como finalista en los
Oscar 2014.
Podemos
arriesgarnos a decir que «Uma
História de Amor e Fúria»
es la representante actual del panorama de animación
latinomericano, y más en lo que concierne a su país, Brasil, el cual cuenta en su haber con una escasa producción
destinada a los adultos, con poco más
de una decena de títulos.
Pero, en este aspecto, advierte Bolognesi que «con la
revolución tecnológica que se
desarrolla actualmente, esta aumentando la producción
en países como Brasil o Argentina»,
experimentando con programas de animación
para la televisión.
Este guionista, que nunca
antes había
tenido contacto con el Cine de animación,
se siente influido por la escuela franco-bega
de Moebius y Hergé, con ecos de Marvel, y confiesa que «hizo
estudios de periodismo porque anhelaba parecerse Tintin». Para
«Uma História de Amor e Fúria»
se sumergió
en este género pues lo siente como uno de los más
flexibles para contar una historia tan compleja. «En la
animación el guionista no encuentra límites
discursivos», explica.
Si no comprendemos el pasado, no podemos influir en el futuro
Por ello se ha servido de este lenguaje para contar la historia de su amado país, Brasil, que en la actualidad es una de las cinco economías emergentes más importantes del mundo, a las que han apodado como los BRICS, y que previsiblemente marcarán el devenir económico y político del siglo XXI. A lo que Bolognesi contrarresta: «Sí, somos la séptima economía mundial pero nuestro pueblo es pobre. La riqueza del país aumenta, pero no se distribuye». Y es que, la cinta nos recuerda lo importante que es saber de donde venimos para saber a donde vamos, porque, como advierte el autor: «si no comprendemos el pasado, no podemos influir en el futuro». Y pone como ejemplo de esta dualidad los próximos Juegos Olímpicos que se jugarán en Rio de Janeiro en el 2016: «Quieren proyectar una buena imagen hacia el exterior, y para ello la policía está haciendo limpieza violenta en las favelas, mientras, los mass media y la FIFA no se pronuncian sobre el tema». Y es que a Bolognesi le gusta remover conciencias, razón por cual algunos críticos sitúan la cinta a la altura de grandes títulos como Valse avec Baisir o Persépolis.
Por ello se ha servido de este lenguaje para contar la historia de su amado país, Brasil, que en la actualidad es una de las cinco economías emergentes más importantes del mundo, a las que han apodado como los BRICS, y que previsiblemente marcarán el devenir económico y político del siglo XXI. A lo que Bolognesi contrarresta: «Sí, somos la séptima economía mundial pero nuestro pueblo es pobre. La riqueza del país aumenta, pero no se distribuye». Y es que, la cinta nos recuerda lo importante que es saber de donde venimos para saber a donde vamos, porque, como advierte el autor: «si no comprendemos el pasado, no podemos influir en el futuro». Y pone como ejemplo de esta dualidad los próximos Juegos Olímpicos que se jugarán en Rio de Janeiro en el 2016: «Quieren proyectar una buena imagen hacia el exterior, y para ello la policía está haciendo limpieza violenta en las favelas, mientras, los mass media y la FIFA no se pronuncian sobre el tema». Y es que a Bolognesi le gusta remover conciencias, razón por cual algunos críticos sitúan la cinta a la altura de grandes títulos como Valse avec Baisir o Persépolis.
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