El
cine en Asturias pasó años sin ver la luz a este lado de El Negrón.
Cineastas, actores y equipo técnico han cruzado al otro lado del
túnel para trabajar. Otros se han quedado para sacar adelante esta
rama artística tan poco mimada en esta comunidad autónoma. A
pesar de los golpes bajos que ha sufrido el cine español
últimamente, España es el
cuarto país europeo con mayor producción cinematográfica,
solo por detrás de Francia,
Reino Unido y Alemania, y octavo del mundo. Pero este favorable dato
no se ve reflejado en las ayudas al sector desde las administraciones
públicas. Tampoco en
Asturias, donde son varias las voces que claman por más apoyo
económico, de
infraestructura o leyes que lo protejan.
«No
solo se siente la falta de ayuda económica
para el sector desde la política
asturiana, también la falta de leyes que obliguen a contratar un
mínimo de equipo autóctono,
como se hace en otras comunidades autónomas,
y la creación de
infraestructuras para una tierra llena de posibilidades para la
filmación de películas»,
se escuchó en la mesa de
Gran Angular Asturiano, realizada en el marco del Festival
Internacional de Cine de Gijón,
en la que participaron el director Francisco Prada, la directora de
AEPA (Asociación de empresas
de producción audiovisual
del Principado de Asturias) Carmen Comadrán, y el director y
guionista Jose Antonio Quirós.
Suplen
este vacío
organizaciones como AEPA y el Clúster Audiovisual de Asturias, que
agrupan y apoyan a diversas empresas relacionadas con el sector
audiovisual asturiano, o
la renacida Asturias Film Commision, cuyo objetivo es promocionar
Asturias como un plató natural, y dar visibilidad al sector audiovisual fuera de la región. Con
la acción
de éstas y otras organizaciones del sector audiovisual asturiano, el
Festival
Internacional de Cine de Gijón
ha querido abrir un espacio que «pretende consolidarse como punto de
encuentro del cine asturiano y
facilitar así
el desarrollo de proyectos conjuntos». Esta colaboración,
que ya viene de años entre el festival y las organizaciones, se
consolida este año con la celebración
de los primeros premios Gava, dedicados al audiovisual asturiano, y
el impulso de una red de networking y un foro
de coproducción entre México y Asturias, que
ha traído
desde el otro lado del Atlántico
empresas con la intención
de fomentar la creación
conjunta de proyectos audiovisuales. Actividades
que «para ser el primer año, han dado resultados muy positivos», resalta Carmen Comadrán
desde AEPA.
Resumen
de ayudas al sector audiovisual por CCAA en 2013.
Fuente: Memoria FAPAE 2013
|
«Las
empresas deben asumir que éste es el momento de implicarse, pues
entre todos podemos sacar nuestra industria audiovisual adelante.
Tenemos todos los requisitos para triunfar», argumenta Comadrán.
Esta unión
parece más que
necesaria en el momento actual, ya que según
la FAPAE Asturias es la comunidad autónoma que más ha visto
mermadas sus ayudas al cine en 2013. A diferencia de vecinos como
Galicia y País Vasco, que son de las comunidades que más fondos
públicos destina a la industria audiovisual y cinematográfica en
España.
Se
recuerda en la mesa que «en los últimos años, desde la administración se han
retirado ayudas y convocatorias». «Habría que revisar bien los
datos, pero está claro que la ayuda desde la administración es
prácticamente cero en comparación con otras comunidades autónomas»
argumenta Comadrán. El director asturiano Francisco Prada cree que
esto se debe a «la falta de sensibilidad por parte de los políticos
hacia la industria cinematográfica asturiana». Y prosigue: «Hasta
el pueblo más pequeño de Francia tiene su propia financiación y
conciencia cultural, lo que crea industria. Aquí en vez de poner
dinero te invitamos a una fabada y ponemos actores guapos para hacer
la foto. Es necesario que nuestros políticos e instituciones hagan
caso a los que sabemos de esto. Y por nuestra parte, deberíamos
dejar de ser francotiradores contra nosotros mismos y empezar a
creernos que somos grandes».
Profesionalizar
el cine en Asturias es uno de los objetivos más
deseados en el sector autóctono,
pero se divisan obstáculos.
«Estar dado de alto como autónomo
es lo mínimo.
Debemos reflexionar todos sobre esto» se comenta. Y es que el
audiovisual es una industria potente que ha demostrado dar
beneficios, en la que por cada euro invertido vuelven entre seis y
diez. «El dinero para producción
de cine en Asturias viene de la televisión,
las entidades de financiación
y el mecenazgo», destaca Prada. «La TPA es uno de los grandes
apoyos económicos
que ha sacado de la prehistoria el audiovisual asturiano. Es
fundamental para nosotros», comenta el director asturiano afincado
en Madrid Gerardo Herrero, ganador con su cortometraje Safari de uno
de los primeros premios Gava, los cuales cree fundamentales como
escaparate para crear aficción
al cine asturiano.
Y
prosigue: «El cine hay que protegerlo. Si hubiese más
apoyo seduciría
a más
productores, pero claro, se van a donde les pongan más
facilidades. Y los directores no hacemos cine con la subvenciones
sino que gracias a ellas no nos arruinamos del todo. Hace once años,
cuando me fui a Madrid, el único
referente de cine en Asturias era el Festival Internacional de Cine
de Gijón,
que hoy continúa
teniendo un papel fundamental como punto de encuentro. Pero
actualmente vemos que hay muchos más
referentes»
Las
ganas están.
«Estoy deseando poder traer un gran rodaje a Asturias, con actores
potentes. Sería
un privilegio. Con o sin ayuda», concluye Herrero.
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