Cierra
el ciclo de clases magistrales, por las que han pasado Terry Gillian,
Brillante Mendoza y Bill Plymptom, el joven director madrileño
Santiago Zannou. Su filmografía es, por el momento, corta. 3
películas: El truco del manco, La puerta de no retorno y Alacrán
enamorado, un documental sobre La Roja y dos cortometrajes.
Los
argumentos de estas cintas son diferentes. No pasa lo mismo con su
esencia, su discurso. ¿Y eso por qué? Porque hablan del propio
director, de lo que ha vivido y ha marcado su vida. Se agarran a
Zannou 4 temas: el racismo, que le persigue desde niño por ser
mulato en Madrid; la inmigración, que vive a través de su
padre desde que éste abandonó su vida en Benín para instalarse en
España; también la vida «amiga y dura» de barrio en el extrarradio de la
capital, y los golpes de la vida, tras los que el director anima a levantarse. Como aquel día en que se dio cuenta de que su sueño de ser futbolista nunca se materializaría.
El
director es sincero, consigo mismo y con el público. Su declaración
de intenciones queda claramente expuesta en los 3 primeros minutos de
todas sus cintas: «No importa las veces que nos pegen, no importa
las veces que nos tiren, sino las que nos levantamos para seguir
luchando». Con este discurso comienza Alacrán
enamorado, su último filme. De nuevo los golpes de la vida. Y el
racismo. Y el barrio...
Santiago Zannou. Por Pensar Audiovisual para el FICX. |
Zannou encontró el título perfecto para su clase magistral: «La verdad delante y detrás de la cámara». Pero para llegar a esta verdad, avisa, primero hay que enfrentarse al dragón y conseguir situarlo frente al espejo: «El dragón eres tú. Tus miedos y el ego, las cicatrices y la lucha, las verguenzas y las ilusiones... Si eres sincero contigo mismo y logras enfrentarte a él, el reflejo te devolverá la esencia de lo que quieres contar en tus películas. Esa será tu guía y punto de retorno para no desvincularte nunca de lo que quieres expresar en tu película desde el primer momento. Tu verdad»
Esta
es para Zannou «la esencia del cine. Al menos de su cine». Por eso
no acepta guiones que aunque sean un caramelo no cuentan «su
verdad». No le tocan. «No puedes contar algo que está lejos de tí.
El espectador notará la mentira. Debes contar algo que está dentro,
vivido o sufrido. Escucha a tu intuición», argumenta Zannou.
Advierte entonces que si algún día le ofrececieran dirigir
Spiderman, «el protagonista será un chico de barrio, negro y
maltratado por el racismo».
¿Cuál
sería el tema de tu película?
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